A pocos días de celebrarse una de las efemérides más importantes de nuestro país, el historiador Gustavo Capone, propone derrumbar aquellas creencias que giran en torno a dicha fecha conmemorativa.
La Revolución de Mayo representa en nuestro ideario social un hecho histórico trascendental. Sin embargo, esa construcción de los hechos ocurridos en el año 1810 no fue totalmente fiel a lo sucedido en ese entonces. Gustavo Capone, desenmascaró los mitos que giran en torno a dicha efeméride.
“Esta historia comenzó a escribirse muy tarde, es decir, muy lejos de aquel 1810. Para construirla, había que argentinizar, generar cuestiones idolatrantes. Nuestros pagos estaban llenos de inmigrantes, sabían más de Garibaldi o de Napoleón que de los nuestros. Por eso había que generar imágenes conmovedoras, épicas. El Billiken es una buena síntesis de esto, los cuadros de la plaza llena también”, comenzó explicando Capone.
En este sentido, el destacado historiador remarcó que aquella plaza descripta con una multitud de gente no representa realmente lo que aconteció en aquel momento: “No estaba llena como lo plantea Luis Sánchez de la Peña, con un cuadro que pinta en 1909, en pos de la conmemoración del primer centenario. Fue un encargo de Carranza, que era el director del Museo Histórico Nacional en ese entonces. En ese momento la plaza estaba muy condicionada. Había punteros que habían tomado el recado, para que no se llenara. Hubo un tiempo previo que había sido donde realmente nacieron las ideas políticas argentinas, que es en el Cabildo, donde se discute si el virrey sí o no. La plaza no estaba llena y está muy lejos de ser la que aparecen en los cuadros”.
Capone destacó que la presencia de los famosos paraguas, tampoco es real, ya que este objeto eran una excentricidad en su momento. “La presencia de tantas mujeres tampoco lo es, no solían salir en otoño/invierno ya que las ropas eran muy livianas, las damas antiguas tampoco estaban. En esa época, no podían usar sacón. El aguatero, y el velero también son cuestiones románticas”, dijo.
Según el historiador, el verdadero concepto de revolución no se desarrolló por lo que sucedía en la plaza: “Saavedra estaba afuera con los batallones y los chisperos estaban amenazando”.
Otro dato que destacó es que las escarapelas en lugar de ser celeste y blancas, eran rojas y blancas. “La historia fue escrita 50,60, 70 años después, a partir de crónicas, de actas. Pero el color celeste y blanco representaba a los borbones. Nosotros seguíamos jurando al rey que estaba cautivo. Recién en 1817, se genera el rompimiento. Por ejemplo, en Mendoza el verdadero proceso revolucionario empieza con la llegada de San Martín a la provincia, donde quiere romperse ese lazo”.
“Hemos cambiado la forma de gobierno, los partidos, mutado las ideologías, pasado de la dictadura a la democracia, pero no cambiamos el enfoque. Seguimos con esa concepción, con ese esquema que es muy ingenuo, que está muy bien escrito por Mitre, porque era un gran escritor. Los presidentes eran militares, eran grandes escritores, que muchas veces estaban atravesados por su ideología, por la política del momento. Desde los unitarios hasta los federales, no tenían mucho tiempo para detenerse”, señaló.
Finalmente, Capone remarco que actualmente se esta desarrollando una nueva mirada de la historia. “Me parece más importante el campo del acercamiento, de la divulgación. Por ejemplo, qué pasaba en Mendoza en ese tiempo. Nosotros hablamos de una revolución concentrada en el Gran Buenos Aires, con un contenido puerto céntrico, que da nacimiento a un porteñismo cultural”, cerró.
Gentileza de Prof. Gustavo Capone