El siestero: La Mendoza adormecida

El siestero: La Mendoza adormecida

Le debo confesar, mi buen lector, que esta semana tuve mis dudas y no sabía sobre qué escribir. No por falta de temas. Al contrario, sobran temas en esta provincia. Pero esta vez me atrevo a escribirle directamente a usted para compartirle una reflexión y espero leer en los comentarios qué opina al respecto.

Llegó el fin de año 2021 y miró hacia atrás. Siento que estamos terminando una etapa y que una nueva comienza. Lo que veo, me preocupa. ¿Hay algo peor que un pueblo dormido?

No es mi intención incitar una revolución con este breve texto, pero veo una Mendoza adormecida. Hace poco más de dos años, este pueblo salió a la calle, se enfrentó al gobierno de turno y se escuchó en cada rincón: “El agua de Mendoza no se negocia”. Hoy, por desgracia, no sé si sucedería lo mismo.

En dos años, pandemia de por medio, hemos naturalizado muchas cosas que no están bien:

•             Aumentos por decreto y subas en negro: “Y bue… es lo que hay”.

•             OSEP fundida: “Es por la pandemia”.

•             Economía por el piso: “Está igual en todos lados”.

•             Sueldos bajísimo: “Por lo menos tenemos trabajo”.

•             Inseguridad: “Hay que andar con más cuidado”.

•             Inflación: “Está todo caro”.

¿Sigo? ¿Qué nos pasó? ¿Desde cuándo naturalizamos estas problemáticas?

Repasemos un concepto básico. En el sistema democrático vigente, usted como ciudadano elige sus representantes, no un mandamás que hace y deshace a su antojo. Usted, como pueblo, tiene el poder y la obligación de hacerse escuchar cuando las decisiones tomadas nos llevan a chocarnos pared tras pared. Por lo tanto, los reclamos se deben hacer.

Les doy un ejemplo concreto a modo ilustrativo. Donde vivo tenemos baja presión de agua hace más de dos años. Todos nos quejábamos, pero nadie reclamaba. Este año, empeoró y, decidí junto a dos vecinos hacer los reclamos correspondientes al municipio. En menos de una semana, tenemos a los municipales trabajando para solucionar el problema.

Nos han hecho creer que si uno reclama está mal, pero no es así. Nos han hecho creer que es en vano ir a la oficina que corresponde y dejar registro del reclamo. Yo le garantizo que si insiste lo van a escuchar. Ni hablar si van con dos o tres vecinos.

Pregunte. Cuestione. Reclame. La única acción que no está permitida es la inacción. Sus derechos son los resultados de viejas luchas. No los desperdicie. No tenga miedo. Enfrente ese miedo a levantar la voz y recuerde que detrás del miedo se esconde lo que deseamos.

Hasta la próxima.

Gentileza de Nelson Pizarro de www.biencuyano.com.ar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *