Atención de 200 pacientes por día, a razón de 8 personas por hora, salarios magros, jornadas interminables. Gira por varias guardias, hasta que, luego de seis horas de espera, padres logran que atiendan a su hijo, con fiebre y cuadro respiratorio grave.
Dos caras de una misma moneda que reflejan la realidad de un sistema de salud colapsado.
Y sí, es el término correcto. Un comunicado reciente de profesionales informó que “están agotados, ya que a la falta de tiempo de descanso se suma el hecho de que no hay médicos para cubrir internaciones, por lo cual realizan jornadas hasta las 13 horas y luego, se hacen cargo de la internación”.
Durante la campaña, varios profesionales de la salud nos acercaron sus opiniones y preocupaciones. Comparto el análisis de uno de ellos, preservando su identidad: “Uno de los problemas graves es la falta de profesionales en todas las áreas, lo que recarga las guardias, se han perdido las plantas permanentes y se fueron reemplazando por contratos de usura, por debajo de la línea de pobreza. Esto de reducir el “gasto público” que ya lleva dos gestiones, ha provocado la grave crisis sanitaria que estamos enfrentando. Es muy triste ver cómo nuestro sueldo se va degradando cada día, lo que me lleva en mi caso a tener dos y a veces tres trabajos para llegar a fin de mes”.
“Es frustrante, en la pandemia éramos héroes, y ahora somos descartables, esto en cuanto a la visión del gobierno provincial, porque la población hace reconocimiento con apoyo nuestros reclamos, pero estamos invisibilizados” me dijo una enfermera en una recorrida.
Otros nos comentaron que ni siquiera se ha dado curso a algunas de las últimas mejoras que se firmaron en las recientes paritarias con el gobierno provincial. Estamos hablando de quienes sostienen el sistema que debe cuidar a los mendocinos.
Qué vamos a hacer
En principio, abordar la situación de manera integral. Jerarquizar profesionalmente al personal de salud con sueldos dignos y que permitan mejorar condiciones laborales, y no los dejen a la puerta de buscar trabajo en otras provincias.
Hay que sentarse a dar debates necesarios, como federalizar el servicio de salud, por ejemplo con la construcción de dos micro hospitales, uno en San Martín y otro en San Rafael, para garantizar el acceso a la salud. También ampliar las instalaciones del Hospital El Carmen y mejorar la atención de los afiliados de OSEP, que hoy además sufren el pago de coseguros abusivos.
El Estado provincial debe mejorar de forma urgente prestaciones, sobre todo en los barrios más poblados y los de los principales distritos en los departamentos con zonas rurales, para ello hay que reorganizar el funcionamiento de los Centros de Salud, y que tengan una franja horaria de atención ampliada, desde las 8 de la mañana a las 6 de la tarde (mínimo). Nuestra propuesta tiene en cuenta las particularidades sociodemográficas de cada región, que sin dudas, son disímiles.
Es necesario también conformar Equipos Básicos de Salud integrados por: médico/a de familia, pediatras, enfermeros, trabajadores sociales, psicóloga/o, licenciada/o en obstetricia, odontóloga/o, agentes sanitarios que abordarán la situación particular de cada comunidad. Contarán con una remuneración diferencial y estrategias que favorezcan el arraigo y permanencia en los puestos de trabajo.
Un eje que será de suma importancia en nuestro gobierno también será el de Salud Mental. Ya hemos expresado que es urgente desarrollar políticas de intervención comunitarias para identificar a tiempo indicadores de atención y fortalecer mecanismos de escucha activa. En una provincia donde el 41% de la población carece de obra social, este ámbito tan importante de nuestra salud no tiene cobertura eficiente y oportuna.
Será otro de nuestros objetivos aumentar los Centros de Atención Infanto Juveniles -con criterio de georeferenciación- para dar respuesta y contención en dónde sea más necesario.
Éstas y otras iniciativas forman parte de las ideas que tenemos para mejorar la vida a los mendocinos y mendocinas. Ante la ausencia de políticas que den respuesta a los servicios más básicos que debe ofrecer el Estado oponemos fuerza de trabajo, compromiso y la certeza de saber que el principal objetivo de la gestión debe ser siempre la felicidad del pueblo
Por Omar Parisi