¿Cómo hubiera estado conformada la lista de candidatos de San Martín?

¿Cómo hubiera estado conformada la lista de candidatos de San Martín?

En el mes sanmartiniano continuaremos con aquella práctica pedagógica de aprovechar sucesos de la coyuntura para revisar la historia y recordar a mujeres y hombres que acompañaron la gesta libertadora de San Martín.

Armaremos una lista de supuestos candidatos con personajes de aquel momento, cubriendo distintos lugares electorales como un nuevo juego didáctico contemplando funciones y ámbitos de acción.

Tratándose de San Martín, y su accionar en Mendoza, sería indiscutida su figura como gobernador. A partir de ese cargo, imaginaremos alternativas de nombres para ocupar distintos espacios políticos de gestión. Reiteramos que el ejercicio de la nota periodística solo consiste en un antojadizo juego para recordar algunos de los reconocidos ciudadanos que seguramente nunca faltarían en las listas sanmartinianas por su capacidad y por su incidencia en los distintos (actuales) departamentos.

La lista de San Martín

Como candidato a vicegobernador: Toribio Luzuriaga (1782 – 1842). Fue la figura en la que San Martín confió su sucesión. Cuando era imperioso dedicarse exclusivamente a la organización final del ejército libertador, San Martín no dudó: Toribio Luzuriaga, quedó al mando de Mendoza.

Luzuriaga había nacido en Huaraz (Perú) y conoció a San Martín en el Ejército del Norte. En agosto de 1816 y hasta 1820 ocupó el cargo de Gobernador de la Intendencia de Cuyo, proveyendo un incondicional apoyo político y económico a San Martín.

Como candidato a diputado nacional: Naturalmente pensamos en Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, los representantes mendocinos al Congreso de Tucumán; pero otra opción sería Juan de la Cruz Vargas, a quien San Martín comisionó ante las autoridades porteñas para que exigiera suspender las trabas e impuestos que pesaban sobre los vinos mendocinos, y cesara la competencia desleal que había sobre la producción cuyana, con un marcado favoritismo ante el ingreso de vinos europeos en perjuicio de los caldos de Mendoza y la “vista gorda” que muchos funcionarios hacían ante el contrabando de productos provenientes de España, Francia y Portugal.

Los 18 intendentes de Mendoza

Intendente de Ciudad de Mendoza: El general Gerónimo Espejo (1801 – 1889). La familia Espejo tiene una histórica vinculación con el pasado mendocino desde el siglo XVII. Siendo muy joven se incorporó a la campaña libertadora. En sus últimos años recopiló las memorias de las expediciones de San Martín en innumerables libros y fue una fuente importante en la reconstrucción historiográfica de Bartolomé Mitre.

Otra alternativa hubiera sido Juan Gregorio Lemos (1764 – 1822). El apellido Lemos está tan arraigado a Mendoza como los Espejo. (siglos de “mendocinidad”). Fue el comisario general del ejército y encargado de controlar las finanzas. Terminó “fundido” económicamente tras donar todos sus bienes a la campaña.

Intendente de Las Heras. Pascuala Meneses. Joven mujer que con 19 años se atavió de soldado y partió junto al ejército acompañando a su amor con atuendo de varón. Había nacido en San Miguel de Panquehua, (hoy departamento de Las Heras). Fue descubierta en Uspallata (precisamente por Gregorio de Las Heras) y obligada a regresar a Mendoza.

Intendente de San Carlos. José Susso, Quien fuera comandante del Fuerte de San Carlos en tiempos de guerra contra los realistas chilenos y a quien le cupo una actuación preponderante en el cuidado de las fronteras del sur mendocino.

Intendente de San Rafael: Fray Francisco Inalican. Cura de la primera iglesia en el Fuerte de San Rafael del Diamante y “el traductor oficial” en el parlamento entre San Martín y los pehuenches.

Intendente de Santa Rosa: Eulalia Calderón. Encargada de la Posta de Las Catitas (Santa Rosa) e informante del General San Martín. En el marco de la guerra de zapa, las postas de carretas y estafetas del correo cumplieron un papel fundamental para el estratégico espionaje militar.

Intendente de San Martín: José “el chileno” Herrera. Empírico ingeniero hidráulico. De físico grueso; y según la leyenda, aquel corajudo soldado que se tiró en medio del curso de agua de un canal sosteniendo ramas y palos para desviar el rumbo del agua con su propio cuerpo mientras más adelante otros operarios hacían las tareas necesarias para encausar el riego. Gestor de “las acequias de la patria”. Fue quien tuvo a su cargo el efectuar la mensura de las 200 cuadras asignadas a José de San Martín en la Villa Nueva de Los Barriales y bajo su dirección, con soldados realistas prisioneros de la batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817), abrió los canales Cobos, Rio Bamba, San Martín, Constitución, San Isidro y Reducción en el este mendocino.

La zona de Malargüe

Intendente de Malargüe. Cacique (lonko) Ñacuñán.  (Neyku-ñan. “Alma de aguilucho”). Fue el último cacique de Malargüe. Aliado de San Martín en la trascendental alianza con los pehuenches, proveyendo caballos, mulas e informando sobre los pasos secretos de la cordillera de Los Andes.

Intendente de Rivadavia. Nicolás Corvalán.  Una vez constituida la Primera Junta de Mayo llegará a Mendoza, el interino gobernador José Moldes, quien entre sus acciones de gobierno concretará un censo de población. Por ese tiempo (finales de 1810) fue censada la Posta Las Ramadas (actual Rivadavia) solamente en la calle Chañar, registrándose la presencia de 14 casas. En una de ellas habitaba Nicolás Corvalán, quien era el dueño de la posta y vivía con Antonia Tobar junto a sus cuatro hijos. También era el único maestro de la zona. A la postre, la histórica familia mendocina de los Corvalán afianzará una estrecha relación con San Martín.

Intendente de Lavalle: Ambrosio Chapanay. Padre de la famosa Martina que tuvo que refugiarse en las Lagunas de Guanacache (Lavalle). Para algunos era un indio Huarpe, mientras para otros fue un Qon (toba) que tuvo que abandonar su tierra natal norteña por problemas típicos de bandoleros y se asentó en una toldería en la zona de Lavalle. Se casó con Mercedes González, una mujer blanca oriunda de San Juan. De esa unión nació la mítica Martina Chapanay.

Intendente de La Paz. La Paz ocupaba un lugar estratégico como límite natural con San Luis a través del río Desaguadero. Era un lugar importante por la aduana que recaudaba impuestos para las arcas mendocinas, y también relevante por sus estancias que servían de resguardo y engorde a los arrieros que iban a Chile o provenían de Buenos Aires. Tenemos dos opciones: Juan Moyano, propietario de estancia “La Guascada” y Pedro Gómez Pardo, dueño de la estancia “La Isla de Agua Verde”. Ambos de gran colaboración con ganado vacuno, caprino y mular para la gesta.

Intendente de Junín: Capitán Francisco de Corvalán y Castilla. Fundador de la histórica Posta El Retamo (Junín) promediando el siglo XVIII. Su familia será en 1810 quien le dará una proyección relevante convirtiéndose ineludiblemente en la última parada antes de llegar a Mendoza.

Intendente de Maipú. Fray Luis Beltrán: Un distrito de Maipú lleva su nombre. Denominado “la fragua de la independencia”, “el Vulcano con sotana”, “el obrador de los pertrechos de guerra”, “el Arquímides de la patria”; serán esas imágenes literarias las que lo pintarán simbólicamente al fraile franciscano, ordenando los talleres donde trabajaron 700 personas diariamente para fabricar todos los insumos de guerra. Su imagen figura en el emblemático monumento del Cerro de la Gloria. También carpintero y ebanista, dibujante, sastre, tornero y orfebre constructor de piezas inéditas en metal, artesano del vidrio, pirotécnico, talabartero, relojero y empírico arquitecto.

Intendente de Godoy Cruz. Pedro “tropero” Sosa. Junto a su hermano Severino batió todos los récords de velocidad para cubrir en 45 días la distancia de 261 “leguas” entre Mendoza y el puerto de Buenos Aires. Precisamente para llegar al centro porteño había que dejar atrás las 46 postas que unían Cuyo con el Atlántico. Y lo hizo en 45 días, lo que las caravanas de carretas hacían casi en el doble de tiempo. Fue el que trajo los últimos insumos antes de que el ejército partiera a Chile: sobre todo armas y dinero.

Intendente de Guaymallén. Pedro Molina y Sotomayor (1781 – 1842) Fue militar y político. Uno de los principales dirigentes federales de Mendoza. Gobernador de la provincia en cuatro oportunidades.

Intendente de Lujan de Cuyo. José Antonio Álvarez Condarco (1780 – 1855). Erudito cartógrafo y empírico agrimensor. Cerebral, y con una memoria prodigiosa. Realizó planos, cálculos y diagramas de cuánto pasadizo sirviera como tránsito por la montaña.

¿Y para Tupungato?

Intendente de Tupungato. Doctor Francisco Correa de Saá. Propietario de estancias en el Valle de Uco. Por esas tierras San Martín pasó cinco veces, parando en “La Estancada”, siendo Correa de Saá su anfitrión y gran colaborador con bienes y ganado a la gesta emancipadora.

Intendente de Tunuyán: Manuel Olazábal. La historia nos cuenta que al regresar San Martín de su campaña libertadora llegó a la provincia de Mendoza por el Paso del Portillo. Corría la última semana de enero de 1823, y fue en el valle de Tunuyán, a unos Kilómetros de la estancia Los Chacayes, bajo la sombra de un manzano (sitio histórico) donde se encontró con Olazábal, “su compadre”, a conversar sobre la emancipación americana y, seguramente también, de “bueyes perdidos” en vista a la confianza que los unía.  San Martín le había presentado a Laureana Ferrari a Olazabál, a la postre su esposa y una de las patricias mendocinas. 

Intendente de General Alvear. Marcos Goico. Era descendiente de la legendaria familia del cacique Juan Goico, que ocuparon lo que se conocía como “Pampa de la Varita”, zona de “los puelches algarroberos”, territorio rodeado por los ríos Atuel, Salado y Diamante. Firmó un tratado de paz con el comandante Telles Meneses y realizó varias visitas a Mendoza con motivo de renovar el acuerdo de paz junto con los caciques Manquepú, Guanquenán y Putrui. En tiempo del gobierno de San Martín perduraba la estima y la influencia de “los Goicos” desde el sur mendocino que se expresó en un obsequio (vinos, vacas lecheras y tabaco) que le envío San Martín en 1814 a Marcos Goico.

Gentileza de Prof. Gustavo Capone

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