El mes pasado deja menos arrastre estadístico y hay menos incrementos en precios regulados como el transporte. También impacta la caída del poder adquisitivo, que deja menos espacio para remarcaciones
A pesar de ser un mes de alta estacionalidad, marzo apunta a mostrar una nueva desaceleración de la inflación, aunque a un ritmo menor que en los dos últimos meses. La expectativa de muchos economistas era que este mes se mantuviera un índice parecido al de febrero, es decir en torno al 15%, pero las nuevas estimaciones fueron corregidas a la baja por varios de ellos.
Existen varios motivos que permiten ser medianamente optimistas respecto a la evolución de la inflación, que de todos modos continúa en valores elevados. La “buena noticia” es que la tendencia es bajista y esto también se repetiría este mes, aunque todavía no transcurrió ni una semana.
Luego del pico de 25,5% de diciembre, comenzó un proceso de desinflación que podría mantenerse también en marzo. Los precios en los supermercados no presentan subas tan fuertes, algunos regulados ya ajustaron en febrero y la recesión también hace su “trabajo”
El informe del BCRA espera que la inflación llegue a un dígito mensual en junio, con un 8,5%.
Por redacción