1970 el año donde Palmira llego a la gloria, ganándole a Independiente de Avellaneda, el 4 de marzo de ese año, el Jarillero triunfó 3 a 1 al Rojo en cancha de Godoy Cruz por la segunda edición de la Copa Argentina. El logro más grande de la historia de Palmira.
A 53 años de ese partido, tuvimos la oportunidad de hablar con un jugador partícipe de ese encuentro, Carlos Rivas, a sus 77 años, nos cuenta con gran emoción recordar ese partido que quedo en la historia para él y para todo el club.
Carlos Rivas con su carnet de socio vitalicio Palmira clasificó a la copa tras ganarle a Lujan, Godoy Cruz y Gimnasia y Esgrima de Mendoza. Aquella competencia era disputada únicamente por los equipos de Primera División que no participarían en la Copa Libertadores del siguiente año y por los mejores equipos de las ligas regionales del Interior. El campeón de esa copa nunca sedefinió. Eran 32 participantes
El debut soñado en Copa Argentina, fue antes nada más y nada menos que el club Independiente de Avellaneda. La escoba venció por 3 a 1 en el partido de ida con tantos de Salguero, León y Curia, el descuento para el rojo lo anotó Vicente de la Mata.
En la vuelta fue empate 2-2 (Roldán y Schanz anotaron para los mendocinos, Tarabini y Pavoni para el Rojo). Luego Palmira quedó eliminado en Octavos de Final, jugó con otro equipo de primera, Lanús. La ida ganó el Jarillero por 2 a 1, una victoria que lo motivaba para seguir en carrera en la copa, lamentablemente para el equipo mendocino la vuelta la perdió 2 a 1 y quedó eliminado por penales.
Recuerdos de una copa inolvidable para el club.
Carlos Rivas nos recibió en su domicilio de un barrio de Palmira, en una conversación amena y extendida, una mañana soleada que entre charla y charla compartimos un café. El ex jugador nos contó de todo, recuerdos de su vida personal y futbolística.
“El partido con Independiente lo vivimos como un partido histórico, ellos tenían un equipazo, fue un privilegio ser parte de ese plantel”.
Recuerdo de la charla con un ídolo Jarillero
El rulo Rivas debutó en Palmira a sus 16 años, en sus comienzos no recibía sueldo, cuando le pagaron su primer sueldo del club, lo usó para comprarle a su madre una heladera y una radio a batería ya que en esa época ellos no tenían televisión.
“Lo más importante que me dejó el futbol, fue que se coseche grandes amigos, y conocí lindos lugares en Argentina¨.
Carlos Rivas que desde los 14 trabaja de lustrador de mueble, mientras jugaba al futbola la vez, a los 20 años sufrió una lesión de meniscos que lo dejó sin jugar por un año, él en ese momento se fue a trabajar a Rosario, cerca de Corrientes.
“Tenía un amigo que era correntino que se llamaba Danilo, yo le decía danino por su acento provinciano”.
En el año 1970 Carlos tenía 24 años, usaba el número 5, tenía la responsabilidad de transitar por sectores de proyección, alternaba la misión con Molina, identificado plenamente con el club en alcanzar grandes y ansiadas satisfacciones.
“Yo jugaba de Extremo, de win derecho o izquierdo, un día faltaba un jugador de marcador de punta y me hicieron jugar en ese lugar, desde ese día no me sacaron más, el DT Jorge Julio me dio mucha confianza”.
Le tocó ir a la Marina con 21 años, lo cual él fue totalmente convencido, no le costó porque estaba preparado físicamente y mentalmente, era una persona madura. Debido a que Carlos tenía el título de experto técnico ferroviario, se desempeñó como calderista.
“Ir a la Marina me enseñó a valorar más a mi familia y a la vida”.
Años más tarde le hicieron un reconocimiento al glorioso equipo de los 70´, Carlos sigue yendo a la cancha por su amor a Palmira. “Amo Palmira, Mendoza y mi país Argentina”.
Elegí a este club ya que está ubicado donde nací, también lo elegí para recordar ese histórico momento de un club humilde como Palmira, haberle ganado a Independiente en esa época no era nada fácil ya que fue una de las más gloriosas épocas del rojo
Gentileza de Agustín Lillo