Manual para ser un héroe

Manual para ser un héroe

Hay cosas que podemos discutir, pero ¿Quien no quiere ser un héroe? De chico miraba a los grandes superhéroes. De todos ellos el mejor era Batman, el único superhéroe que no tenía superpoderes. También veíamos películas de guerra donde los actores sobrevivían a bombas, explosiones, balas y demás cuestiones. Los norteamericanos siempre fueron especialistas en este tema. Inclusive cuando se cansaron de ganarle a todos los rivales (en las películas), tuvieron que buscar uno superior e hicieron películas donde vencieron hasta a los extraterrestres.

Recuerdo un capítulo de Martillo Hammer (siempre decía “Confía en mí, sé exactamente lo que hago) estaba muy loco y empezó a romper todos los muebles en la comisaría, hasta que llegó a la bandera norteamericana. Ahí paró y siguió rompiendo otras cosas, pero no la bandera. Gran ejemplo para todos sus televidentes, especialmente los niños.

Otra cosa que siempre me llamó la atención de los norteamericanos fue el respeto hacia sus excombatientes (y nombro a los norteamericanos porque la televisión que veíamos en ese momento era de ellos, hoy hay un poquitito más de variedad), desfiles con héroes vestidos con sus mejores uniformes llenos de medallas, siendo aplaudidos por todos y marchando al unísono de marchas militares.

En 1982 se produjo en tierra argentina el conflicto llamado Guerra de las Malvinas (en el otro lado del mundo se llamó Falklands War). Ya conoces el resto de la historia.

A pesar de muchas cosas que pasaron, veo que esos veteranos no lograron lo que veo en las películas norteamericanas: apenas cobran una pequeña jubilación, no tienen esos uniformes bonitos y no son reconocidos como los superhéroes que son.

Así que, si querés convertirte en superhéroe parece que el camino no es ir a combatir a un lugar tan austral como las islas Malvinas con zapatillas Flecha, tampoco es volar a metros del mar en aviones Pucará para no ser detectados por los radares enemigos, ni pelear contra mercenarios profesionales con armas que no funcionaban o eran obsoletas ni mucho menos lanzar torpedos que al impactar en el blanco (otros barcos enemigos) no detona. Me parece que el concepto de hacer las cosas mal viene de hace muchos años y no es culpa de los que aparecen en los diarios ahora.

Después de leer esto me pregunto con qué autoridad moral o con qué conocimiento le explicamos a un alumno la importancia de estudiar, la importancia de defender a la patria, la importancia de cumplir las leyes y de pagar nuestros impuestos. Trataré de buscar la mejor alternativa, pero va a ser una lucha muy difícil.

Dedico este escrito a los que son héroes, luchando contra la mayor fuerza militar jamás conocida: LA DE LOS PEREJILES que corren con la ventaja de ser muchos y algunos de ellos para colmo son los que deciden nuestro futuro

NR: Hoy agregamos a un gran amigo que nos va a ayudar mostrando su arte en dibujos, gráficos y caricaturas Jorge Montoya. Gracias amigo por regalarnos tu arte.

Por Marcelo Giordano

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